Más fuertes juntos: Manteniendo el camino

President Riccobono walks outside away from a corner of an intersection

Más fuertes juntos: Manteniendo el camino

Nota del editor: La calidez de nuestro movimiento se hace más fuerte en este aniversario. Lea sobre nuestra historia y esperanza para el futuro en este blog del aniversario de 2020 de nuestro presidente, que continúa caminando por el mismo camino.

Reflexiones de Gratitud por los Ochenta Años del Movimiento, Lunes, 23 de noviembre, 2020
Mark Riccobono

Originalmente, este mensaje fue embiado a lideres de la Federacion para celebrar nuestro aniversario el lunes 16 de noviembre. Lo ofrecemos a nuestros amigos y apoyadores con gratitude por su  sus contribuciones que han hecho una diferencia en el ano 2020 mas que nunca. Feliz Dia de Accion de Gracias a todos!
Esta mañana mientras hacía mi rutinaria caminata a través de Riverside Park (que está justamente al este de la entrada de Johnson Street de nuestra oficina central) imaginaba en mi mente la simbología del momento.  Estaba allí en el momento que se suponía que saliera el sol en Baltimore.  Pensaba cómo habría sido la alborada hace ochenta años cuando Jacobus tenBroek se levantó, y cuáles eran sus planes para establecer a la National Federation of the Blind.  ¿Sabía que sería electo como el primer presidente de la organización, y que le dedicaría la mayoría de sus restantes veinte-ysiete años y medio de su vida al progreso de ésta?  El día estaba un tanto frío, pero el amanecer trajo consigo un sentido de calor a la mañana.  ¿Acaso sería similar a lo que el Doctor tenBroek sintió para sacar a los ciegos de las muchas décadas de frío y tiempos duros?
Pensé mientras caminaba hacia el sur en el parque que la luz del sol mañanero iluminaría perfectamente el lado de nuestro edificio que da hacia la calle Johnson, ya que no hay estructuras de gran tamaño que lo impida.  La distancia entre el sol y nuestro edificio es vasta, y la complejidad de nuestras vidas en el momento, 1940 parece igualmente distante de 2020.  Imaginé cómo el sol tocaría nuestro edificio, y consideré las cientos de miles de vidas que han sido afectadas por el sol, y cómo han contribuido al movimiento que compartimos.
Ochenta años es poco tiempo.  Para los ciegos sin embargo, representa gran progreso.  En 1940, el mismo edificio que ahora sirve como cede de nuestro esfuerzo, producía materiales que se usarían en la Segunda Guerra Mundial.  Los trabajadores que allí trabajaban jamás pensaron que el mismo se convertiría en la facilidad de mayor renombre en el mundo en adelantar los derechos de los ciegos.  Más aún, las diez-y-seis personas que se reunieron para conformar la primera matrícula de la Federación, no podían imaginar las vueltas, victorias y los reveses que hemos confrontado en estos años.
Al llegar al punto final del camino que va hacia el sur en el parque, seguí el sendero del este hacia el sol mañanero.  El calor del sol brindaba una sensación de esperanza.  La esperanza que experimentamos todos los días en este movimiento.  Lo mismo que debieron haber sentido las diez-y-seis personas que se reunieron para establecer lo que se ha convertido en la más poderosa fuerza para los ciegos.
Es justo que en este día miremos hacia atrás para apreciar el calor que surge de todo lo que hemos logrado.  Debemos sentirnos orgullosos de los que nos precedieron, y todo lo que hicieron para que pudiéramos recorrer este sendero.
Tendremos que escoger si hacemos eso por un corto tiempo.  Podemos continuar celebrando el pasado o podemos continuar con renovadas fuerzas mirando hacia el futuro, y caminar confiadamente en esa dirección con la luz de nuestra historia apoyándonos e urgiéndonos a marchar hacia delante.  No titubeé al llegar al fin del sendero del este en el parque.  Viré hacia el oeste en dirección de nuestro edificio para comenzar otro día marchando junto a cada uno de ustedes para adelantar nuestro movimiento.
Al acercarse el Día de Acción de Gracias, y al entrar a nuestro edificio por la puerta que da a la calle Jonson, con el sol en mi espalda, solo pienso en una cosa.  Agradezco a todas las maravillosas personas ciegas que con su diario sacrificio han hecho posible que podamos disfrutar este momento.  Agradezco igualmente a todas las maravillosas personas ciegas que nos permiten caminar confiadamente hacia el futuro.  Es un honor saber que marchamos juntos todos los días.  Me conforta saber que me respaldan.  Me regocija imaginar lo que juntos podremos hacer mañana.
No sé si caminaré ese sendero dentro de veinte años.  Sí confío en lo que nuestro movimiento será en el aniversario de nuestros cien años.  Algo por lo cual tengo un gran sentido de orgullo.  Disfrutaré mientras tanto la lucha y logros de construir todos los días junto a ustedes.  Saquen un momento para reflexionar sobre aquellos Federacionistas que conocen que nos han ayudado a llegar donde estamos.  Y entonces, con el calor de ese amor, tomados del brazo, marchemos juntos hacia el futuro.  Cuando digo “vamos a construir la National Federation of the Blind”, estoy diciendo que debemos disfrutar el honor de trabajar juntos para transformar nuestros sueños, y los sueños de aquellos que aún no han descubierto nuestro movimiento, para convertirlos en realidad.  El calor de nuestro movimiento llegó antes de que nosotros llegáramos.  El calor continuará hacia el futuro si lo hacemos bien, y otros reflexionarán cariñosamente sobre lo que hemos hecho para mejorar sus vidas.